El 1 de mayo de 2002, el adolescente Kevin Sedano fue atropellado cuando salía de un boliche en Vicente López. Su madre, Viviam Perrone, sigue luchando por la sanción de una ley de delitos viales.
“Hace 15 años mi hijo aún estaba con vida. Trato de no pensar mucho porque el dolor es muy fuerte. Me quedo con lo más lindo, por ejemplo con la última cena que compartí con él, la noche previa al accidente”, expresó a Télam Viviam, quien fundó, junto a otras madres, la asociación “Madres del Dolor”, y desde allí lucha por la sanción de una nueva ley de delitos viales que matan por día a 25 personas. En una carta mediante las redes sociales dijo que en los 15 años que pasaron tras la muerte de su hijo no bajaron las muertes por siniestros de tránsito ni “se hace Justicia en casos de asesinatos viales”.
Eduardo Sukiassian, el condenado, no cumplió los tres años de prisión efectiva y hasta volvió a tener registro de conducir. Además, aquel día del siniestro, se había dado a la fuga. “Lo que más dolor me causó fue que Sukiassian no hizo nada en el después. Entiendo que pudo haberse asustado y eso lo hizo escapar del lugar, pero hubiera entendido que haya ido a su casa y que, una vez que se calmó, concurrir a una comisaría. No, no solo no hizo eso, sino que cambió de lugar los golpes que habían quedado en su auto, trató hasta lo imposible que se borraran las imágenes de las cámaras de seguridad que registraron el accidente, llamó a un abogado… Hizo todo para no hacerse cargo de lo que había hecho”, detalló la madre de Kevin, quien falleció el 8 de mayo de 2002, luego de estar internado con graves heridas.
La condena impuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de San Isidro, integrado entonces por los jueces Mónica Tisato, María Coelho y Federico Ecke, en marzo del 2007 había sido a tres años de cárcel, pero a los dos meses, Sukiassian recibió el beneficio del arresto domiciliario por buena conducta. En cuanto a la obtención del registro, Vivian relató: “En febrero del 2016 volvió a pedir la licencia de conducir en Vicente López. Logramos que las autoridades lo hicieran someterse a estudios piscológicos antes de que se la otorgaran. Los estudios se los hicieron, pero los piscólogos no tenían con qué compararlos, entonces se lo dieron. La única condición fue que volviera al año siguiente para hacerse nuevamente los estudios así poder comparar los resultados con el anterior”.