Finalmente se supo que quien los había matado había sido Hubert, un excuñado de Pascal, el hombre que desapareció junto a su mujer y a sus dos hijos.
En un principio, el foco estaba puesto en Sebastien, el hijo mayor de los Troadec y, hasta ayer, el principal sospechoso de la desaparición de su madre, su padre y su hermana menor.
Se suponía que había huido sin dejar rastro luego de limpiar las manchas sangre de los asesinatos en la casa familiar.
Hubert, de 46 años, confesó en la tarde del domingo ser el asesino de Pascal, Brigitte, Charlotte y Sébastien Troadec y los crímenes habrían sido premeditados.
Según una fuente cercana a la investigación, citada por la agencia de noticias AFP, el sospechoso dijo a los investigadores que mató a los padres y sus hijos a causa de una disputa por una herencia en lingotes de oro, producto de la compra de un edificio que había hecho hace años el padre de Pascal.
