El padre de Naiara, la nena argentina de 8 años que fue torturada y asesinada, pidió colaboración al Gobierno para poder viajar a Europa y repatriar el cuerpo de su hija. Además acusó a su expareja de no permitirle tener contacto con la nena durante los últimos años.
Desde la ciudad chilena de Valparaíso, donde vive hoy, Manuel Briones Sanz contó que hace unos cinco años, cuando vivían en Argentina, se separó de Mariela Benítez, con quien había tenido a su hija, Naiara Valentina Abigail Briones.
Luego Mariela se casó con el español Carlos Pardo Peña y se fue a vivir a la provincia de Huesca, en el noreste de ese país, con quien tuvo dos hijas más.
“Ella me prohibió durante mucho tiempo ver a mi hija. Yo estuve todo el tiempo atrás de ella, en ningún momento desaparecí de la vida de mi hija y siempre que podía le decía que la dejara venir a Chile, que yo la quería criar”, explicó.
“Creo que Mariela fue cómplice de la muerte de mi hija”, dijo Manuel en Banda 3.0 (canal Metro).
Contó también que el domingo su expareja le envió un mensaje en el que le decía que Naiara “se había caído por la escalera, que tenía un golpe muy fuerte en la cabeza y muerte cerebral”.
“Durante tres días me tuvo con esa mentira, por una amiga averiguamos y nos enteramos de todo. Estaba en todos los medios de comunicación de España y yo fui el último en enterarme”, afirmó Manuel y asegura que la madre de la nena no lo volvió a atender.
Briones Sanz, hijo de madre chilena residente en Argentina, contó que su hija vivía con su expareja y el marido de ella, pero por lo que se enteró ahora, la niña había sido enviada a la casa de su abuelastra, donde también residía Iván Pardo Peña, que según la prensa española confesó haber matado a la nena ante la Justicia.