La mujer asegura que José Carlos Varela llamó mediante señas a su nena de tres años para que fuera hasta su casa. Su hija se lo contó y ella la hizo entrar enseguida a su casa.
Mayra vive justo enfrente de la quinta que cuidana José Carlos Varela en el barrio Ricardo Rojas de Junín. Esta mañana contó el episodio y dijo que al conocer lo ocurrido con Camila se sintió “muy mal” por no haber denunciado lo que pasó con su hija ante la policía.
“Hace tres días vino la nena y me avisó que el hombre de enfrente la llamaba. ‘Mamá, me llama’, me dijo. Ahí le dije que se metiera para adentro y cuando yo salí a mirar vi que ya se iba”, contó Mayra en C5N. Y detalló que la casaquinta en la que vivía el acusado queda justo frente a la suya y a la de la familia de Camila y contó que a Varela lo veía siempre poniendo alambrados y pintando postes, ya que trabajaba ahí como casero, aunque nunca hablo con él.
La hermana de Mayra, Romina, contó que ella fue una de las vecinas que entró a la casa del acusado cuando encontraron el cuerpo de Camila en la bañadera y relató cómo fue que se descubrió que la niña estaba ahí: “Nos juntamos varios vecinos para buscar a la nena y una vecina dijo que creía que estaba en la quinta porque había visto las huellas del rodado de la bicicleta en la entrada. Nos metemos en la casa y una de las chicas entra y ve que está la bicicleta de la nena atrás de una escalera dentro de una habitación”.
Según Romina, en ese momento los policías llevaron al acusado hasta un cuarto, mientras que los vecinos empezaron a buscar a la nena por la casa.
Tanto Romina como Mayra dijeron que Varela solía estar sentado entre los árboles mirando hacia las dos casas vecinas.
