Fue en el barrio porteño de San Cristóbal. La Policía de la Ciudad rescató de uno de ellos a dos mujeres.
El jefe de la división Delitos contra la Salud, Ricardo García Iriarte, dijo que “ambos locales fueron allanados por orden del juzgado correccional 35, y aunque adelante nos encontramos con una peluquería, en la trastienda estaban ambientados para ejercer la prostitución”.
Además, agregó: “En uno de los locales encontramos dos mujeres nerviosas y atemorizadas que fueron asistidas por la oficina de Rescate de Víctimas de Trata, mientras que las habilitaciones y documentación comercial fueron verificadas por la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad”.
Por su parte, el dueño de uno de los locales negó que su negocio funcionara como un prostíbulo y aseguró que, aunque no pudo leer cuál fue el motivo de la clausura, cree que fue “porque faltaban matafuegos”. También, sostuvo que las mujeres rescatadas eran peluqueras.
Ante la pregunta de si sospecha que alguna ex empleada “despechada” lo denunció, el hombre respondió: “Puede ser, había una piba que creo que hacía cosas que no debía hacer. Por eso la saqué, duró una semana“.
Cuando le consultaron si la chica se prostituía en el lugar, el peluquero dijo que “creo que no, es algo que no voy a permitir porque esto es una peluquería. Ella era masajista, no puedo vigilar lo que hace en el gabinete. Creo que hacía el famoso final feliz”.