El Primer Comando de la Capital (PCC) se creó el 31 de agosto de 1993 por ocho presos en la prisión “Piranhão”, en ese entonces la más segura del Estado de San Pablo.
La organización definía sus objetivos como “combatir la opresión dentro del sistema penitenciario paulista”, y ‘nació’ para vengar la muerte de 111 presos, hecho conocido como “la masacre de Carandiru”, el 2 de octubre de 1992.
En los años siguientes, tuvo diferentes facciones dentro de la cárcel que se disputaban el liderazgo, hasta que en noviembre de 2002 se convirtió en el principal referente Marcos Willians Herbas Camacho, el “Marcola”, quién está actualmente detenido por asalto a bancos. Para pertenecer al PCC los criminales tenían que ser ‘bautizados’, es decir, sólo podían ingresar si otro preso que ya estaba dentro de la organización lo presentaba.
Su financiamiento es de manera cooperativa. Los presos abonan 50 reales de manera mensual, mientras que, los integrantes que están en libertad, 500. La plata recaudada es destinada a la compra de armas y drogas.
