Agustín Bustamante caminaba de la mano de su padre rumbo a una pizzería para comprar la cena fue asesinado de un balazo en la espalda por dos delincuentes que los sorprendieron y le dispararon tras robarles la plata, en Villa Centenario, partido bonaerense de Lomas de Zamora.
“Papá, me duele”, fueron las últimas palabras que le dijo Agustín Bustamante, a su padre antes de desvanecerse, luego de haber recibido un balazo en la espalda disparado por un adolescente que, aparentemente, concretó el crimen junto a su hermano durante el asalto.
Todo empezó cerca de las 21 en la calle Mayor Olivero al 1300 de esa localidad del sur del conurbano, cuando abordaron a Martín Bustamante y a su hijo, que murió mientras era atendido en la Clínica Boedo, hasta donde fue trasladado por su propio padre.
Horas después, la policía detuvo a un adolescente de 16 años, quien fue arrestado cuando caminaba a unas tres cuadras del lugar del crimen, mientras el segundo sospechoso sigue prófugo.