Carina Di Marco quedó a disposición de la justicia este martes y será imputada como “partícipe necesaria” por omisión de los abusos que sufrió su hija de 12 años antes de morir. La detención fue inmediata luego de que el hermano de la víctima, de 9 años, declarara en Cámara Gesell. El padrastro continúa preso.
La captura de la mujer fue ordenada por la jueza de la causa, Virginia Palacios, luego de su declaración en los tribunales, a los que llegó junto a sus otros tres hijos (de 9 y 3 años, y la bebé recién nacida que tuvo con el acusado, Lucas Gómez). Los tres menores fueron revisados por personal del cuerpo forense para constatar que no haya lesiones. Sin embargo, el testimonio del nene de 9 años fue clave para que Di Marco enfrente los cargos de ‘partícipe necesario’ del delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, en perjuicio de Florencia con anterioridad al crimen”.
La jueza explicó que existen elementos suficientes para acusar a la mujer como cómplice de Gómez, quien se encuentra en la cárcel bajo prisión preventiva desde el 23 de marzo. Las sospechas aumentaron partir de una serie de elementos, pero el más destacado fue un audio difundido por ‘FM Regional de Mendoza’ en el que se escucha a una maestra de la escuela de Palmira, (donde la víctima asistía antes de radicarse con su familia en San Luis) que afirma que la niña contó que su padrastro la tocaba después de bañarse y que ella se lo contó a su madre; a lo que Di Marco acusó a su hija de “fabular para no ir al colegio”.
Florencia Di Marco había desaparecido el 22 de marzo y un día después fue encontrada violada y estrangulada bajo un puente del dique Saladillo, a unos 55 kilómetros de San Luis Capital.
