Hoy la Justicia peritará la computadora y el celular de Gabriel Guevara, el marido y principal sospechoso por el crimen de Marcela Coronel. Por ahora, no hay pruebas suficientes para imputarlo y continúa en libertad.
La autopsia del cuerpo reveló que Marcela murió asfixiada con una soga y no producto de un hachazo en la cabeza, como se pensó en primer momento, sino que esos golpes los había recibido cuando aún estaba con vida.
La situación de Guevara se complicó desde un principio, cuando admitió ser dueño de un hacha, como la que había usado el asesino de Marcela. Además, ayer encontraron prendas de vestir manchadas con sangre del mismo talle del sospechoso.
Por su parte, los testigos que declararon que habrían visto con vida a la víctima alrededor de las 8.30 de la mañana se contradijeron. Las pericias indican que la muerte se produjo entre las cinco y las nueve.