La Cámara Federal porteña procesó a un supuesto traficante de una nueva droga de diseño denominada “metilona”, cuyos efectos son parecidos a los del éxtasis.
El hecho tuvo lugar el 16 de agosto de 2012, cuando la metilona no figuraba como droga prohibida, pero igualmente sus efectos atentaban a la salud pública, y esa fue la hendija que halló la Justicia para disponer el procesamiento.
La Sala Segunda del tribunal lo procesó por “almacenamiento con fines de comercialización de sustancias medicinales y mercaderías peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo”.
Según las fuentes, el imputado tenía en su poder 1.400 pastillas.