El 18 de agosto de 2010, Fátima Catán, de 23 años, entró de urgencia al hospital de Villa Fiorito por quemaduras en el 85% de su cuerpo, y falleció luego de tres días de agonía. Estaba embarazada.
En un principio, la Justicia privilegió la versión de su pareja, Martín Santillán, quien dijo que Fátima estaba limpiando discos con alcohol, tuvo un “accidente” en su casa y se prendió fuego.
Con el tiempo, esa hipótesis se cayó y se detuvo al acusado. Aun así, y a pesar de haberse confirmado la autoría del crimen en mayo de 2015, los jueces decidieron que podrá continuar en prisión domiciliaria, hasta que el fallo quede firme en una instancia superior.