“Vine a esperar a mi suegra, si se cae el avión es porque yo puse una bomba”, le dijo un hombre de 60 años al personal de la empresa Latam. Fue interpretado como una amenaza.
Se desató de inmediato un operativo de seguridad en el que actuaron personal de la policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Bomberos y ambulancias.
A su vez, en el avión, se oyó la voz del piloto que decía: “señores pasajeros solicitamos que se queden sentados con el cinturón abrochado. En unos minutos personal policial revisará el equipaje debido a que hay una amenaza de bomba”.
Aun así, y luego de confirmar que no había tal bomba, la Policía Aeroportuaria continuó investigando el caso. Silvia Furque, la abogada del bromista, dijo que la frase de su cliente que desató el pánico en el aeropuerto fue: “En ese avión viene mi suegra, lo único que falta es que haya una bomba”.
