Mientras las selecciones se preparan para disputar la máxima competencia del fútbol y los hinchas tachan los días en sus calendarios, los barras juegan su propio mundial: a principio de año, barrabravas rusos vinieron a la Argentina a hacer ‘amistades’ con barras locales y tener aliados ante posibles enfrentamientos en Rusia 2018.
En febrero, un grupo de rusos llegó a Buenos Aires para preparar la logística barrabrava del Mundial de Rusia. Pasaron por Boca, Vélez, San Lorenzo, Chicago, y finalmente cenaron con “La 12”, la barra xeneize encabezada por Rafael Di Zeo. ¿Quiénes eran?, integrantes de la barra del Zenit, “Landskrona”, una de las más peligrosas, de aquí su apodo, proveniente de una batalla de hace siete siglos cuando las fuerzas rusas vencieron a las suecas en un asentamiento que tenía ese nombre cerca de San Petesburgo.
La barra liderada por Alexey Rumyantsev tenía un claro objetivo en su visita a nuestro país: cerrar un trato ante un posible enfrentamiento contra los “Hooligans”, de Inglaterra, selección que se alojará en San Petersburgo. ¿Cuál es el crédito de los argentinos? van a tener resuelta toda la logística en la capital rusa, pese a que desde el Gobierno identificaron a los barras y no se les otorgará el documento de FAN ID (indispensable para ingresar a los estadios).
El periodista especialista en barras, Pablo Carrozza afirmó en diálogo con Otro Crimen que será el Mundial más violento de la historia, ya que en Rusia “hay de todo”, barras, ultras, hooligans, movimientos de izquierda y grupos nazis. “Se van a matar en los bares, no en las canchas”, indicó. Cabe destacar que una de las medidas de seguridad para garantizar la tranquilidad en los estadios es la doble identificación (entrada y FAN ID).
Desde el ministerio de Seguridad, informaron cuáles serán los controles y las medidas que se tomarán en Rusia, y además, resaltaron lo estrictas que son sus leyes, por eso, Federico Del Río, periodista de Olé, remarcó: “Los rusos ya avisaron que no van a permitir banderazos ni ningún movimiento que pueda derivar en una concentración. Los barras no van a querer líos y caer presos en otro país, pero con ellos nunca se puede estar seguro de nada, el riesgo siempre está latente”. Las relaciones mundiales entre barras no es algo novedoso, Del Río recordó que en el Mundial de Alemania 2006, fue la barrabrava de River la que encabezó al grupo de barras argentinos y fueron los alemanes quienes manejaron la logística y se encargaron de buscarles alojamiento.
Algo que podría dar una ‘esperanza’ es la estricta organización y controles que hay en Rusia. “En el sorteo que se hizo en Moscú la seguridad era heavy y los argentinos no están acostumbrados a eso, ahí hasta se temía un posible atentado”, cuenta el periodista deportivo Hernán Castillo, quien estará presente en el Mundial, tal como en 2002, 2006, 2010 y 2014. Su experiencia mundialista le permitió hacer una descripción de los mismos: recuerda como muy prolija aquella organización de Corea/Japón 2002, que tuvo a la Selección Argentina tan solo en la primera ronda; calificó como más “argentinizada” Sudáfrica 2010; y el más cercano, Brasil, que tuvo una gran convocatoria argentina, contó con el apoyo de la seguridad de nuestro país. ¿Cómo palpita Rusia 2018? Para Castillo puede ser complicado ya que los rusos son muy peleadores y hay una gran movilización de gente por la facilidad que brinda una libre frontera europea. “Si nadie empieza la violencia, no pasa nada, de lo contrario, será un lío bárbaro”, afirmó.
Por su parte, la Cancillería argentina desplegará a través de su embajada en Moscú, y con la instalación de consulados itinerantes en otras ciudades rusas, una extensa red de asistencia consular, en particular en aquellos lugares donde juegue la Selección Nacional. Otro de los programas creados por el Gobierno para la seguridad en el fútbol es “Tribuna Segura”, con el que se consolidó un sistema de control para la entrada a los estadios: pasaron 5 millones de personas en 655 partidos; se le impidió el ingreso a 1.229 que contaban con derecho de admisión y detuvieron a 351, que tenían pedido de captura.