La gran final de la Copa Libertadores se convirtió en la gran vergüenza del país. El sábado agredieron al micro de Boca cuando llegaba al Monumental, el partido reprogramado para el domingo fue nuevamente suspendido. ¿Qué falló en el operativo de seguridad? ¿Por qué no hay detenidos?
Supervergüenza. La jornada del sábado tenía todo para ser una fiesta del fútbol, un partido histórico: el máximo clásico del fútbol argentino tendría un campeón de América. Tras el 2-2 obtenido en la Bombonera el pasado domingo 11 de noviembre (pautado para el sábado 10, también suspendido, pero por lluvia) se jugaría en el Monumental el partido decisivo. Sin embargo, cuando el equipo de Guillermo Barros Schelotto llegó a Núñez el micro que los trasladaba fue apedreado. ¿Por qué permitieron que el ingreso del micro esté rodeado de hinchas de River? ¿Quién dio la orden para que circulen por Monroe?, zona que desde temprano estaba liberada, y hasta hubo robos de entradas para el encuentro. ¿Fue una venganza de la barra? Miles de interrogantes, un episodio lamentable y evitable.
Por su parte, el secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D´Alessandro, admitió que hubo “una falla” en el operativo de traslado del micro del plantel de Boca. Luego remarcó: “Se está investigando tanto por qué se falló en ese anillo de seguridad, como también las consecuencias que tendrá esto, que está ligado a la barra”. Previo al partido, le secuestraron alrededor de 500 entradas truchas a la barra de River e incautaron unos 7 millones de pesos, vestimenta oficial de River, bolsos, banderas, bombos, y no se les permitió el ingreso a la cancha.
Además, D´Alessandro advirtió que en la noche previa “se encontraron veinte personas a las que les habían abierto la puerta para que pudieran pasar la noche en el Monumental”, por lo que también investigan a una posible connivencia dirigencial. En la noche del sábado, el estadio fue multado por el Gobierno de la Ciudad, sin embargo, el club pagó la multa, por lo que era posible disputar en encuentro reprogramado para el día siguiente y nuevamente suspendido, otra vez con hinchas en el estadio e inmediaciones.
En paralelo, la fiscal Adriana Bellavigna, cargo de la Fiscalía en lo Penal Contravencional y de Faltas N°6, empezó una investigación de oficio en torno a los incidentes y pidió imágenes de las cámaras de seguridad del estadio y de televisión. Bellavigna tiene a su cargo la investigación del negocio de la reventa de entradas del partido.