¿No te da miedo hacer ese trabajo? ¿Alguna vez se despertó un muerto al que estabas preparando para el funeral? ¿No te gustaría tener un trabajo más “normal”? Son solo algunas de las preguntas que reciben los tanatoesteticistas. En el Día del trabajador, vamos a conocer de qué se trata este oficio tan cercano a la muerte.
Hay muchas profesiones y oficios alrededor de la muerte, pero no todos estamos familiarizados con ella. Pertenecer al sector funerario las hace parte de ciertos tabúes que provocan que mucha gente ignore o prefiera ignorar su existencia. La tanatopraxia y la tanatoestética están dedicadas a preparar el cadáver antes del funeral.
Más allá de lo poco que conocemos de la tanatoestética, ¿qué piensan los que trabajan en el maquillaje funerario? Hablamos con Natalia Nagel, tanatoesteticista, docente y coordinadora del instituto Tanatos.
– ¿Cómo es el paso a paso del trabajo de un tanatoesteticista?
En primer lugar, es necesario corroborar la documentación del fallecido; certificado de defunción y planillas de la cochera. Luego, implementar las medidas de bioseguridad. Se procede a la higiene, desinfección y conservación del cuerpo para luego acondicionarlo y maquillarlo.
– ¿Cómo llegaste a dedicarte a esto? ¿Cómo te preparaste?
En principio comenzó por curiosidad y, te diría, hasta morbo. Era una posibilidad de aplicar mis conocimientos como maquilladora profesional y aplicarlos también en el ámbito funerario.
Surge de la experiencia práctica en diferentes empresas y de las necesidades insatisfechas del sector. Además, me ha servido mucho mi recorrida por Alemania que contribuyó a implementar técnicas no utilizadas en nuestro país. Hoy trabajo de manera autónoma con casas funerarias, particulares y a través del instituto dictando capacitaciones
– ¿Qué pasó en tu entorno cercano cuando contaste que ibas a dedicarte a esto?
Me dijeron que estaba loca. Que dedicarme a esto iba a ser algo peligroso. Pero acá estoy, nada me detuvo.
– ¿Qué pasa cuando vas a una reunión informal y contás que te dedicás a maquillar cadáveres? ¿Cuál es la reacción?
Es inevitable ser el centro de atención porque empiezan a pedirte que cuentes anécdotas, te cuentan otras. Y además te comparten malas experiencias que vivieron con familiares.
– ¿Hay alguna anécdota relacionada con este trabajo que puedas compartir?
Anécdotas hay siempre, miles, desde lo estético hasta lo esotérico, pero responden al secreto profesional y sería poco ético compartirlas.
– ¿Desde cuándo funciona el instituto y qué pueden aprender allí?
Tanatos es un instituto joven, funciona hace dos años y se dedica a la capacitación de tanatoesteticistas, desde una perspectiva holística e interdisciplinaria. Brindamos una capacitación intensiva que permite un acercamiento al ámbito funerario, bioseguridad, materiales, técnicas varias (como sutura, reconstrucción y química funeraria entre otros).
– Muchas veces, las series y películas que vemos nos hacen tener una mirada hollywoodense de este tipo de profesiones. ¿Es similar en la realidad o hay algo de exageración?
Es similar y diferente al mismo tiempo. En las ficciones vemos la tanatoestética estadounidense y, la verdad es que hay cosas de nuestro trabajo en el sector funerario que son mucho más precarias en la Argentina. Más allá de eso, nosotros apuntamos a hacer una tanatoestética como se hace en los países más desarrollados.
LARISA SERRANO